Como premisa, proyectar un edificio de viviendas en pleno Ensanche de Barcelona 150 años después de la aplicación del Plan Cerdá, obligaba a extremar la reflexión sobre aquellos aspectos del proyecto que más se alejan del estereotipo del Ensanche. Entre ellos, y uno de los más relevantes, se halla la función y el cometido de la fachada, ya que la huella de los cambios en la sociedad y en su propia representación resulta, en su caso, más claramente evidente.
Así, adaptar la fachada a las nuevas necesidades y mantener el respeto y el diálogo con tantos años de historia, ha sido la voluntad al proyectar el edificio Casp 74; utilizando un lenguaje contemporáneo que interpreta algunas de las soluciones de las fachadas prototípicas del Ensanche de Barcelona, la fachada a la calle se somete a la estricta regulación de la normativa, y se soluciona a través de unos paneles fijos formados por piezas especiales de gres en posición vertical enmarcadas por un fino marco de acero. Estas piezas son un diseño de los propios arquitectos realizadas en gres extrusionado coloreado en masa y cocidas a una temperatura de 1250ºC. Estas piezas de sección rectangular de 120 x 80 mm se esmaltan aleatoriamente con esmalte transparente brillante, de manera que el efecto cambiante de piezas brillantes y mates da una vibración a la fachada que le aporta complejidad y belleza.