El Estudio b76, con sede en Madrid, se ha convertido en un referente de alta calidad en arquitectura e interiorismo, especialmente en la especialización de rehabilitación y reforma. Carlos Hernández-Carrillo, como arquitecto y máximo responsable de la firma, nos va a sumergir en la trayectoria del estudio, cerca de cumplir los 50 años, y en la manera en la que se enfrentan a los proyectos, con la misma ilusión que en los primeros años.
¿Qué balance hace de sus años de trayectoria?
Estudio b76 cumplirá próximamente 50 años de historia. Desde su origen en 1976, de mano del arquitecto interiorista José Luis Bilbao, hasta hoy, ha sido mucha la evolución social, conceptual y tecnológica del mundo de la Arquitectura, el Interiorismo y especialmente la que ha sufrido el sector hotelero en el que estamos especializados. Como conclusión resumiría que, al igual que pasa con la evolución biológica, ha sido nuestra capacidad de adaptación al entorno cambiante la que nos ha permitido sobrevivir y crecer de una forma sostenida. Nuestra forma actual de proyectar hoteles nada tiene que ver con aquellos primeros de finales de los años 70, pero, sin embargo, hay algo que no ha cambiado en todas estas décadas de mejora y aprendizaje: la ilusión en cada nuevo proyecto al que nos enfrentamos.
Principalmente, ¿qué es lo que les diferencia del resto de estudios?
Estudio b76 nació con un concepto pionero: unir arquitectura, interiorismo y decoración, siendo además capaces de desarrollar el proyecto y la ejecución con un servicio integral, proyecto y obra llave en mano. Esto ahora sigue siendo diferenciador, pero te puedo asegurar que en 1976 era absolutamente excepcional.