Senovazna 4, de Praga, muy cerca de la histórica Plaza del Reloj. Data de 1911 y se encuentra entre medianeras, con una planta en forma de U, que forma un patio en su interior. En la zona perteneciente al ala A, cuenta con planta baja más 4 superiores, siendo la última abuhardillada.
Mientras el ala B, está formada por planta baja más 3 y el ala C, con menor altura, con planta baja más 2. A lo largo de la historia, el edificio ha sido objeto de varias reformas. En el anterior uso albergaba unas oficinas, las cuales se reconvierten en un Hotel de 4 estrellas de 57 habitaciones, bar, restaurante y zona wellness.
Existía una premisa, por parte del Instituto Nacional de Patrimonio de la ciudad de Praga, que debía cumplirse por parte del estudio. Consistía en proteger varios elementos, recuperando otros que, con el paso del tiempo, se habían perdido. Por este motivo, se ha reconstruido la parte inferior de la fachada principal, reinterpretando los escaparates de madera de estilo “Art Noveau”, tan característico de la ciudad. Del mismo modo, también se han mantenido y rehabilitado los distintos pavimentos de piedra de las escaleras existentes, así como las barandillas de hierro. Las carpinterías exteriores han conservado su diseño original, tanto en la composición exterior, como en el interior.
Mientras que de obra nueva se han realizado una remonta en el ala B y 2 más en el ala C, así como una planta mezzanine en el ala C. El patio se ha liberado, ya que el anterior inquilino había cubierto el espacio a nivel de planta primera, por lo que se propuso realizar una pérgola acristalada, que alberga el restaurante. De esta manera, tanto los planos verticales del patio, como la planta recuperan su condición de fachada. Este punto es clave en el proyecto, ya que la mayoría de las habitaciones se vuelcan a este espacio singular que confiere carácter al proyecto.