Los sistemas de elevación se convirtieron en indispensables en todo tipo de edificio desde la creación del primer ascensor. Es más, las normativas de accesibilidad han puesto su granito de arena obligando a una correcta adaptación de las viviendas actuales, para, de esta manera, derribar todas las barreras arquitectónicas. Sin embargo, este sistema, ejemplo de eficiencia para mover rápidamente a grupo de personas, se ha convertido hoy en la antítesis del distanciamiento social, necesario frente a la COVID-19, por esta razón las principales empresas de ascensores han volcado todos sus esfuerzos en I+D+i para desarrollar nuevos sistemas que eviten la propagación de este virus que tanto está cambiando nuestra manera de vivir.
La aparición de la pandemia del coronavirus ha dado un vuelco a nuestra forma de vivir y relacionarnos, y el mundo del transporte vertical, como era de esperar, no ha sido una excepción. Este vehículo de transporte vertical, que tan eficientemente ha contribuido al buen funcionamiento de los edificios, se ha convertido, por su tamaño y uso cotidiano, en un sistema que se debe tener en cuenta para conseguir una adecuada prevención del contagio por la COVID-19.
Antes de la aparición de esta enfermedad, que está asolando todo el mundo, era habitual encontrarse los ascensores de edificios tanto públicos como privados abarrotados, mucha gente prefería ir pegado a sus acompañantes a tener que esperar que el ascensor llegase arriba, descargarse y volviese a bajar. Sin embargo, en la actualidad, esta realidad es muy distinta y los usuarios utilizan de forma individual el ascensor.
Con esta nueva realidad los fabricantes de ascensores han ido adaptando…